Teleamiga

  • Teleamiga en tiempos de covid-19

    Y la televisión no cedió, por el contrario, avanzó

    Por: Claudia Garzón Martínez
    Directora Ejecutiva de Teleamiga



    La pandemia generada por el covid-19 ha afectado a todos los sectores productivos y la televisión no escapa a ese fenómeno. Si bien es cierto que nos ha llevado a optar por nuevas formas de producción y generación de contenidos, también hemos debido enfrentar la disminución de la comercialización y bajas en la pauta publicitaria.

    En los últimos días nos hemos familiarizado con pantallas nacionales e internacionales, llenas de contenido hecho en casa, con creatividad y generosidad.

    Se ha descubierto a los ojos del público, acostumbrado a ver a los protagonistas de noticieros, programas de opinión y de entretenimiento siempre rodeados de tecnología y dentro de sets trabajados para ese fin y el concepto ha cambiado, personas auténticas en sus entornos más íntimos , que se han atrevido a seguir con la tarea de servir a los demás y comunicar desde sus casas, a enseñar desde su cotidianidad, que no es diferente a la de cualquier ciudadano y continuar con la vocación y pasión por el trabajo de informar, entretener y educar, demostrando que ninguno de estos valores se ha visto disminuido por el virus.

    La televisión tradicional, contrario a lo que se pronosticaba hasta hace unos meses, no cedió a su fin, sino que se convirtió en la compañía de millones de personas, que en su confinamiento han encontrado ahí la mejor forma de ocupar su tiempo libre y de relacionarse con un mundo exterior, por estos días distante.

    De la misma forma, el campo de la producción audiovisual ha dado un interesante giro y ha revelado lo que los productores de vieja escuela no se atrevían a confirmar: hoy la necesidad más sentida es la de poder innovar, diseñar proyectos y llevar contenidos a las audiencias por medio de plataformas digitales, que permiten una construcción transmedia de la comunicación.

    Sin dejar de lado la misión de ofrecer contenidos que le sirvan a la gente, los comunicadores y los medios no digitales se han visto en la necesidad de investigar y desarrollar procesos sobre la marcha y entrar en un nuevo hábitat, que ha producido gran empatía con las audiencias, permitiendo deducir que el consumo actual de contenidos es más ágil y más oportuno en la digitalidad y entendiendo que prima el mensaje sobre la superproducción.

    Hoy, el público, en su mayoría atendiendo desde sus hogares las jornadas de trabajo y educación por medios virtuales, ha descubierto el valor de lo básico, atender sus responsabilidades académicas o profesionales, ha debido combinarse con la atención del hogar y, en ese sentido, los contenidos de las diferentes plataformas han hecho fácil esta convivencia. Es así como contenidos de YouTube permiten, por ejemplo, cocinar con destreza a quien nunca había entrado en la cocina y, como este caso, hay un sinfín de tareas cotidianas que han sido aprendidas gracias a esta posibilidad. Plataformas como Netflix, Amazon y otras han desplazado a la televisión por cable y se han convertido en la posibilidad del usuario de diseñar, de acuerdo con sus preferencias, sus propias parrillas de contenido.

    Las redes sociales y whatsapp se han convertido en la posibilidad de comunicación más próxima entre familiares y amigos, haciendo que aún quienes se negaban a ellas tuvieran que cambiar su pensamiento, aprender a usarlas y disfrutar así de la cercanía con sus seres queridos. Poco a poco los entornos tradicionales han ido cambiando y en lo que ha transcurrido de esta situación mundial nos vemos con frecuencia frente a la pantalla del computador reunidos para hablar de negocios, trabajo y recibir clases en las plataformas digitales. Pantallas con recuadros se han convertido en capillas, aulas de clase, salas de juntas, sets de televisión y salas para reuniones familiares.

    De igual forma, para el comercio, en todas sus escalas, el escenario también se ha volcado a la promoción y cierre de transacciones en el plano virtual. Hoy se cotiza más un anuncio en las redes y plataformas que en los medios tradicionales y quienes no han generado aún un posicionamiento de marca digital enfrentan dificultades para mantener a sus clientes y expandir sus negocios.

    Teleamiga no es excepción a esta nueva realidad. Se ha dedicado esfuerzo y tiempo del equipo para investigar y poner en marcha rutas que nos permitan sostener nuestros contenidos en pantalla, productores, técnicos, periodistas y presentadores hemos incursionado en el aprendizaje y adaptación de herramientas que hasta ahora no hacían parte de nuestro diario quehacer para poder cumplir ese objetivo. Es así como se ha logrado que, con una operación remota de preproducción, grabaciones, edición, posproducción y emisión, podamos seguir trabajando y llevando a la parrilla espacios como Santa Eucaristía, La U es tu Casa, El Magazín, Especiales Informativos, La Pizarra.

    De igual forma, todos los microcontenidos que se han recibido de parte de personajes públicos, especialistas en diferentes temas y nuestros colaboradores que han aportado con su creatividad a nuestra pantalla. Hemos dado nueva cara y actualización a los espacios de interés para nuestro público que se emiten en repetición, como contenidos de la Universidad La Gran Colombia, la Conferencia Episcopal, transmisión de la Semana Santa desde el Vaticano, mensaje de la Red de Universidades Católicas, mensajes institucionales del Gobierno y algunos contenidos de carácter comercial.

    En este camino de migración a una nueva realidad nos hemos encontrado con la posibilidad de analizar los procesos internos con los que el canal ha trabajado en los últimos años y entender que lo que hasta hace tan sólo dos meses era necesario para el funcionamiento, hoy reflejan la obligación de cambio, innovación y adaptación para cumplir con las nuevas necesidades de producción.

    La digitalización para el canal pasó de ser un proyecto a ser una realidad diaria, que nos permite lograr interacción con nuestro público a través del contenido multipantalla, es decir, televisión y redes sociales, manteniendo la cercanía e identidad que nos define como un medio de La Universidad La Gran Colombia, que entretiene, educa y divierte, enmarcado en los valores católicos como vocación, cualidad que es, además, nuestro diferencial frente a los demás medios.