Egresados

  • Horacio Gómez Aristizábal y el nuevo rector

    Marco Tulio Calderón hará brillante historia en la Rectoría

    El jurista Horacio Gómez Aristizábal, primer abogado graduado en La Gran Colombia, al hablar en el acto de posesión oficial del nuevo rector, Marco Tulio Caderón Peñaloza, manifestó que en los setenta años de vida académica del claustro es la primera vez que uno de sus egresados ostenta la dignidad de rector y que Marco Tulio Calderón es el más fiel interprete de la filosofía grancolombiana.

    Una síntesis de las palabras pronunciada por Gómez Aristizábal es la siguiente:

    "Una universidad es la relación con una comunidad, lo mismo que el cerebro lo es con relación al cuerpo humano: su parte más luminosa y trascendental.

    San Agustín decía: Ama a tu universidad o mejor a tu alma mater, pues ella te engendró académicamente, te dio una profesión, te nutrió con lo mejor de su sangre y te dio herramientas privilegiadas para triunfar en la vida. Este amor debe sobresalir sobre todos los amores humanos.

    A la gran universidad la hace el gran catedrático. Con profesores de primera, tendremos doctores de excelencia Y ese ha sido el principal compromiso de la Universidad La Gran Colombia: comprometer a los mejores catedráticos para obtener egresados de excepción.

    Marco Tulio Calderón representa a cabalidad la filosofía del profesional grancolombiano. Ladrillo a ladrillo, escalón a escalón, con rigurosa honestidad y voluntad ha logrado todos los triunfos que un luchador ambiciona en la vida. No le teme a la competencia. Le teme a no ser competente. Prefiere dar el impulso a recibirlo. No espera el milagro: lo hace. Se llega al mundo a dar puestos, no a mendigarlos, a crear riqueza, no a suplicarla.

    Se ha fijado varias metas. Veamos algunas. Que La Gran Colombia sea líder en la cultura robótica o inteligencia artificial. La alta tecnología llegó para quedarse, y quien le dé la espalda fracasará.

    Aspira construir un buen edificio, amigable con la ecología y el medio ambiente. La Universidad no es pobre, sino insuficientemente administrada. Otras universidades, iguales a la nuestra, han construido sedes faraónicas. ¿Por qué no lo hacemos nosotros también? La Católica inauguró en estos días un edificio espectacular.

    Marco Tulio adelanta un programa sensacional. Tocar a la puerta de las grandes empresas para que contribuyan a los planes nuestros, en que se ambiciona ayudar y educar a los menos favorecidos y mantener relaciones excelentes con la naturaleza. Los orientales dicen: cuando destruyamos el último árbol, cuando desaparezca el último rio, cuando nos comamos el último pez, comprenderemos que no podemos comer monedas, ni billetes, ni dólares.

    Con Rafael Chaves, dinámico presidente del Plénum y con Marco Tulio, hemos visitado grandes empresarios en busca de ayuda y el ambiente es magnífico. La diligencia mala es la que no se hace. Los grancolombianos tenemos que empujar el sol para que salga más temprano a darnos su luz y su prodigiosa energía.

    Con el Intercenter, que preside el general Carlos Alberto Pulido Barrantes, y la Universidad, seguiremos con los diplomados en el laboratorio de criminalística’’.