Ingeniería Civil

  • Plan conjunto de los programas de Ingeniería Civil

    La ingeniería civil en la era del covid-19

    Por: Mario Camilo Torres Suárez
    Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad La Gran Colombia

    Introducción

    La pandemia generada por la aparición del nuevo coronavirus Covid-19, del cual no se tenía mayor noticia hasta hace apenas unos pocos meses, ha generado la necesidad de estructurar, sobre la marcha, una serie de ajustes a los modelos de formación tradicional, que durante las últimas décadas se han venido aplicando, en especial en los programas profesionales de Ingeniería toda vez que dicha carrera ostenta un componente práctico y aplicado muy importante.

    Para la Red de Programas de Ingeniería Civil (REPIC), cuya presidencia es ejercida actualmente justamente por la Universidad La Gran Colombia, esta situación requiere el desarrollo de una alta dosis de creatividad e ingenio, como el nombre de la profesión misma lo indica. Aunque el término ingeniero tiene, igualmente, la acepción gringa “Engine”, que significa “máquina”, se prefiere la acepción genius de ingenio. Ello es lo que se demanda actualmente para poder sobrepasar, de la mejor manera, la situación impuesta.

    En este artículo se presentan algunos de los aportes que desde la UGC se han hecho a la REPIC y en general a todos los programas de formación profesional adscritos, casi 40 a nivel nacional de los cerca de 80 que hay en el país. Vale aclarar que más del 97% de los programas de ingeniería civil se ofrecen en la modalidad presencial, mientras que tan solo dos lo hacen en la modalidad “a distancia”.

    Lo anterior tiene varias explicaciones, destacándose, de una parte, muy importante, la tradición, que ha permitido formar profesionales de altísima calidad, así como la naturaleza propia del programa dado su alto componente de practicidad y aplicación, tanto en laboratorios como en terreno. Al fin y al cabo, el producto final son las obras de ingeniería y construcción que se ejecutan en el terreno.

    A continuación, algunos de los avances y retos para períodos académicos subsiguientes, que deberán afrontar los programas de ingeniería civil en Colombia.

    Restructuración curricular en Ingeniería Civil

    Es perentorio que los programas de formación profesional en ingeniería civil aceleren los procesos de revisión y actualización de los planes de estudio, toda vez que al margen de los retos que los efectos del covid-19 puedan implicar a la profesión, los ajustes que todos los países del mundo deberán hacer son múltiples, entre ellos los que implican las nuevas necesidades de infraestructura de física, como las obras de construcción de hospitales y vivienda, así como sistemas de saneamiento básico, mediante acueductos y alcantarillados u otros de servicios públicos domiciliarios, que, además, no puede sufrir daños ni colapsos que conlleven a interrupciones de los servicios básicos para la supervivencia.

    Ya, durante los últimos años los aspectos relacionados con el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la seguridad alimentaria, entre otros, signados por la Gestión de Riesgo de Desastres (Ley 1523 de 2012), dadas las graves afectaciones que en la infraestructura y la vida de las personas vienen teniendo las fallas y colapsos de las obras de ingeniería y construcción, son algunas de las consideraciones que los nuevos ingenieros civiles deberán atender en el futuro inmediato.

    Una debida estructuración de los planes de formación profesional y la garantía de la calidad académica de los mismos son piezas clave para lograr este propósito, que, como sociedad, nos compete a las Escuelas de Ingeniería Civil del país. Estos procesos de modernización de los planes de estudio vienen siendo liderados por la REPIC, de común acuerdo con la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (ACOFI), teniendo presente la caracterización que los programas de formación en Ingeniería a nivel latinoamericano ha adelantado, igualmente, la Asociación Iberoamericana de Escuelas de Ingeniería (Asibel), cuyos resultados fueron presentados recientemente en el encuentro internacional de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Escuelas de Ingeniería (Lacceil).

    En la figura se presenta una gráfica descriptiva de las diversas áreas que conforman, en promedio, los programas de ingeniería a nivel iberoamericano, incluyendo, por supuesto, a Colombia.

    Características curriculares mínimas em ingeniería.
    Tomado de “Perfil de ingreso y egreso del ingeniero iberoamericano”. Asibel (2019).


    Llama la atención que Colombia es de los pocos países que brinda una formación en el área “Socio-Humanista”, explícitamente declarada. En relación con la propuesta que desde REPIC se plantea en cuanto a la conformación y peso relativo de las áreas de formación en los programas de ingeniería civil se presenta en la siguiente figura:

    Plan básico de estudios en ingeniería civil. Propuesta REPIC-ACOFI (2019).


    Dicha reestructuración se ajusta, de mejor modo, a las necesidades que a nivel de la profesión en ingeniería civil tiene el país y la región. Por tanto, se convierte en una fundamentación clara para la generación de programas de formación posgradual que atiendan en forma asertiva estos requerimientos.

    Prospectiva de la formación. Componente práctico de los programas de Ingeniería Civil

    En este caso, REPIC y ACOFI han elaborado una Propuesta de estrategia para la complementación del componente práctico de los programas de ingeniería civil, a implementar a partir del segundo semestre de 2020”, la cual se transcribe a continuación para una mayor comprensión de los lectores.

    Fundamentación

    Un programa de Ingeniería Civil típico conlleva un componente práctico extremadamente relevante, debido principalmente a que el fin último del ejercicio profesional reside en la construcción de obras de infraestructura y de edificaciones.

    Al margen de los roles o funciones, áreas o especialidades en las que un profesional de la Ingeniería Civil pueda llegar a desempeñarse, esto es labores de planeación y gestión de proyectos, análisis, estudios y diseños, construcción en calidad de residente, supervisor técnico, interventor, contratista, etc., u operador de una infraestructura civil cualquier sea su naturaleza, para el profesional en Ingeniería Civil el conocimiento de los materiales de construcción, procesos y procedimientos constructivos, condiciones físicas y ambientales del área donde se emplazan las infraestructuras como las edificaciones, así como la validación de los fenómenos y procesos físicos, químicos y de interacción entre el territorio, las obras y las condiciones de variabilidad ambiental, se constituyen per se en aspectos clave para el desarrollo del denominado criterio ingenieril y, por supuesto, de su desempeño profesional.

    Todo esto, sumado al hecho cierto de los retos que la coyuntura actual nos impone, por las restricciones de lograr la presencialidad de estudiantes y docentes en los espacios que normalmente se emplean para surtir toda esta base de conocimiento práctico / aplicado, al margen de que en algunos casos se puedan “suplir” o suplementar dichas aproximaciones mediante el empleo de ambientes virtuales de aprendizaje, conllevan a la necesidad de plantear diversas estrategias de acompañamiento y complementación de dicho componente de la formación profesional de los ingenieros civiles, con miras a la garantía de la calidad de los procesos de formación profesional, que todas las Escuelas de Ingeniería Civil genuinamente quieren propender.

    En este sentido y escuchando el “clamor angustioso” de los directores de Programas de Ingeniería Civil de las Facultades de Ingeniería adscritas a ACOFI, la Red de Programas de Ingeniería Civil (REPIC) analizó diversas alternativas y avala muchas de las propuestas planteadas por los directores como respuesta inmediata a la coyuntura, pero, a la vez, siendo conscientes de que los procesos de formación académica no se pueden virtualizar, ni completamente ni de la noche a la mañana, además porque sigue siendo el interés principal de las Escuelas de Ingeniería Civil, garantizar procesos integrales, donde los futuros profesionales adquieran con propiedad las competencias que subtienden el contacto directo e íntimo con los escenarios previamente descritos.

    Propuesta de estrategia para complementar los procesos de formación en el componente práctico de los programas de Ingeniería Civil

    Se plantea a continuación que, además de las estrategias y formas particulares de cada institución y programa de ingeniería civil se proponga atender este aspecto esencial de la formación académica de los estudiantes, y conscientes de que por más esfuerzos que se hagan para superar la actual coyuntura, esta se tomará, al menos, el resto del tiempo del período académico en desarrollo. Por tanto, las instituciones quedaremos en deuda con los estudiantes que les tocó atravesar este tiempo de declaratoria de emergencia nacional. A partir del levantamiento definitivo de las medidas de aislamiento preventivo se podrá interactuar de la siguiente manera.

    Conjuntamente con las Escuelas de Ingeniería Civil, cuyas instituciones consideren contar con infraestructuras de laboratorios lo suficientes robustas, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) con sus diferentes Comisiones Técnicas Permanentes, así como la Industria de la Ingeniería y la Construcción, en particular, pero no exclusivamente de los materiales de construcción, se planificarán series de cursos y talleres intensivos, donde se desarrollen temáticas que normalmente tienen lugar en laboratorios y prácticas de campo, propios de la Ingeniería Civil.

    Estos cursos intensivos podrán adelantarse conjuntamente con estudiantes de todos los programas de Ingeniería Civil de la región, además de ser itinerantes, de modo que cubran las necesidades de formación profesional de quienes no pudieren recibir estructural y oportunamente dicha formación.

    Igualmente, podrán las empresas de producción o industrialización de materiales de construcción, programar y desarrollar prácticas continuas de ensayos de laboratorios, mientras que los laboratorios de las facultades de ingeniería dan continuidad a los procesos formativos en curso; así se lograría adicionalmente, como valor agregado, que los estudiantes tengan contacto estrecho con la industria de la construcción, lo cual, lamentablemente, poco se da en condiciones corrientes.

    La REPIC, conjuntamente con ACOFI, buscarán la forma de generar alianzas estratégicas para la organización y planificación de estas jornadas de capacitación, con miras al fortalecimiento de las capacidades de los estudiantes de Ingeniería Civil. Con ello, de paso, se alivia en alguna medida el estrés que conlleva la “imposibilidad” física de poder adelantar muchas de las prácticas de laboratorios y salidas de campo que comúnmente debieran poder realizarse.

    En esta estrategia se espera el acompañamiento especial de asociaciones que agremian industrias relacionadas con la producción y fabricación de materiales de construcción, entre otras, Asocreto, Corasfaltos, Camacero, Asogravas, etc., incluyendo materiales como:

      Agregados: arenas, gravas y piedra; yeso, cal, etc.

      Cementos, morteros y concretos hidráulicos.

      Ladrillos y otros materiales cerámicos.

      Orgánicos: maderas y plásticos.

      Metales: aceros estructurales, aluminio.

      Vidrios, pinturas, aislantes, impermeabilizantes.

      Materiales bituminosos: asfaltos y derivados. emulsiones, riegos de liga, etc.

      Geotextiles, geomallas, geodrenes, muros de tierra reforzada, gaviones…

      Suelos (finos y gruesos), rocas y derivados.

      Agua: en morteros, concretos, suelos y procesos hidráulicos.

    También debieran preverse prácticas o visitas de campo simplificadas (Camacol-CCI), con el apoyo de empresas de construcción de edificaciones e infraestructuras civiles, entre otras:

      Identificación y reconocimiento geológico de terrenos.

      Levantamientos de terrenos (topografía).

      Movimiento de tierras, maquinaria y equipos.

      Cimentaciones: superficiales, profundas, cajones, ataguías, muros de contención.

      Estabilidad de taludes: de corte en laderas, de relleno, mejoramiento de terrenos.

      Obras de drenaje, estructuras hidráulicas, obras de arte.

      Construcción de obras de infraestructura vial, incluyendo seguridad vial.

      Construcción y operación de puentes, túneles, pequeñas presas.

      Obras de control de erosión, obras de recuperación morfológica de cauces.

      Obras de conservación ambiental, protección ambiental y de terrenos.

      Sistemas de acueducto y alcantarillado, plantas de potabilización y PTAR.

      Otros medios de transporte (férreo, aeroportuario, portuario fluvial / marítimo).

      Construcción y supervisión de edificaciones, proyecto estructural: en concreto, en acero.

    Si se logra una estructuración básica de cursos cortos a modo de seminarios intensivos, así como estancias cortas en obras de infraestructuras civiles y edificaciones, se considera que no solo se puede complementar apropiadamente durante un año continuo los efectos asociados al “déficit” que tendría el actual período de formación académica, a la vez que se puede dar continuidad a espacios de formación aplicada, itinerante y permanente, que perdure en el tiempo y mejore en forma ostensible las competencias y saberes de los futuros profesionales de la Ingeniería Civil.

    Quedamos atentos a recibir inquietudes, ideas de mejoramiento, contactos directos, especialmente en las distintas regiones del país, con empresas productoras de materiales de construcción y empresas constructoras de obras de edificaciones y de infraestructuras civiles. Durante los próximos días la directiva de REPIC iniciaría los contactos con las empresas que vienen apoyando la actividad académica de los programas adscritos, de modo de ir adelantando un plan de cursos y talleres intensivos, que conjuntamente con la capacidad de las universidades se pueda adelantar dicha capacitación complementaria.

    Así las cosas, los programas de ingeniería civil que se interesen por esta estrategia y asuman el compromiso de participar activamente en la estructuración y desarrollo del Programa 2020 para Capacitación Especial en Tópicos Prácticos de Ingeniería Civil, podrían internamente “descargar”, al menos parcialmente, los cursos que conllevan este componente práctico de laboratorio y campo, de manera que se asuma con mayor tranquilidad el reto de la virtualización de los cursos.

    Conclusiones

    Los programas de ingeniería civil enfrentan serios retos asociados a los efectos de los desastres ambientales y sociales, como los que implica la pandemia por el covid-19. La necesidad de comprender y adaptarnos, así sea coyunturalmente por motivo del aislamiento social decretado por el Gobierno Nacional, los ajustes que se deben implementar van desde los de fondo en los aspectos curriculares de los planes de estudio, hasta los de forma en los modos de atención a los procesos de formación profesional, particularmente debido al componente práctico de la carrera.

    La Universidad La Gran Colombia, en representación de la REPIC y ACOFI, lidera procesos de transformación curricular, que además ha venido implementando en su propio programa de formación profesional para atender, de mejor manera, las necesidades del medio, local, regional, nacional e internacional, en cuanto a una formación académica sólida, pertinente y de alta calidad.

    La coyuntura no puede ser el único aliciente para repensarnos y activar la capacidad de ingenio que nos caracteriza a los ingenieros. Prueba de ello es que siempre estamos a la vanguardia de los cambios y acciones que se deben incorporar para formar a los profesionales que el país necesita.