Dirección de Docencia

  • Mediacion pedagógica virtual

    Por: Jaime Alberto Díaz Palacios
    Director de Docencia



    Hemos logrado el tránsito de la modalidad presencial a la modalidad virtual, gracias a las condiciones dadas por la universidad, con un equipo directivo liderado por nuestro Rector, quien ha venido alertándonos en la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías de la educación a nuestra práctica docente, para continuar ofreciendo una educación de calidad, acorde con la dinámica local y global.

    Para los docentes no ha sido una tarea fácil. Es muy diferente “un docente para 30 estudiantes” cuando en realidad son “30 estudiantes para un docente”. El trabajo ha sido intenso pues la calidad de la educación implica acompañar a cada estudiante en su proceso de aprendizaje a través de herramientas digitales.

    Más allá de las valiosas herramientas que nos brinda la tecnología, buscamos los elementos propios de la tradición grancolombiana, sus principios fundacionales, las experiencias convertidas en prácticas pedagógicas exitosas con la utilización de las TIC, esto es, la creación de ambientes virtuales como escenarios de aprendizaje.

    Vamos avanzando en todos los aspectos. Lo virtual implica también concebir una manera distinta de ser persona en una comunidad o entorno social, así como nuestros perfiles curriculares y por lo tanto su estructura curricular y en general, la multiplicidad de formas en que se relaciona el conocimiento de diversas disciplinas.

    Tenemos una visión más amplia en lo concerniente a las soluciones frente a las dificultades para el aprendizaje con respecto a los paradigmas tradicionales de formación. Valoramos la producción en red y lo que nos facilita: actualización inmediata, almacenamiento y recuperación, distribución y capacidad de compartir los contenidos y la información.

    Desde esta perspectiva nuestra función como pedagogos consiste en la reflexión y respuesta a las preguntas adecuadas con relación a la enseñabilidad y los resultados de aprendizaje, como indicadores que nos permiten la evaluación del proceso que garantice la eficacia como componente de nuestro proyecto educativo.

    Evidentemente, el modelo pedagógico incorpora nuevas reflexiones. Actualmente hablamos del conectivismo como una teoría de aprendizaje que analiza cómo influye la tecnología en nuestra vida cotidiana, cómo nos comunicamos y fundamentalmente cómo aprendemos. Somos parte de redes sociales descentralizadas que ha creado una especie de “inteligencia continua”, resultado de la cooperación y colaboración. Ahora el aprendizaje ocurre dentro de una gama amplia de ambientes que no necesariamente están bajo el control de un individuo.

    La función del docente es fundamental, permite desarrollar en el estudiante la habilidad para discernir entre la información que es importante y la que es trivial, así como la capacidad para reconocer cuándo esta nueva información altera las decisiones tomadas con base en la información pasada.

    Ser docente es hacer parte del proceso continuo de formación. El exceso de información produce ruido, no es tan cierto aquello de que la maquina va a reemplazar al maestro, a menos que consideremos la educación como transferencia de información, en cuyo caso estamos hablando de otra cosa.

    La socialización es parte constitutiva del ser humano, los procesos formativos tienen como componente fundamental la interacción social, el trabajo en equipo. De igual manera cuando hablamos de formación integral son esenciales los trabajos con bienestar universitario, el arte, el deporte, la conferencia, y en las facultades los talleres, los laboratorios, las salidas de campo y por supuesto la presencia del docente con la palabra y el ejemplo.

    El “blended learning” es nuestro paso a seguir. La evaluación es la estrategia que nos va a permitir identificar los “vacíos” que podamos tener en el cumplimiento de nuestros objetivos formativos, que los podemos cubrir cuando reestablezcamos la modalidad presencial.

    Somos los docentes los responsables de evidenciar los logros y falencias en el proceso de formación de los estudiantes y con base en el feed-back, también los principales motivadores de su continuidad, pese a las dificultades que estamos afrontando. Talleres, laboratorios y prácticas están diseñados para su programación, todo en el marco de nuestro Proyecto Educativo Institucional.