¿Sigue siendo Finlandia un referente educativo mundial?

Educación en transformación: Finlandia, PISA 2022 y los desafíos para la universidad del futuro

El informe PISA de la OCDE revela que Finlandia, país tradicionalmente reconocido por su excelencia educativa, presenta una caída del rendimiento académico en los últimos años, aunque sigue ubicándose por encima del promedio de los países de la OCDE en matemáticas, lectura y ciencias. Que esto pase en Finlandia, abre un debate en torno a ¿cómo deberían prepararse los sistemas educativos para el presente y el futuro? 

Según la OCDE en las últimas pruebas PISA de 2022, entre el 75 % y el 82 % de los estudiantes finlandeses alcanzaron niveles de competencia adecuados (Nivel 2 o superior) en matemáticas, lectura y ciencias, y cerca del 9 % obtuvo resultados de excelencia (niveles 5 y 6), con un 13 % en ciencias. Esta tendencia se visualiza claramente en la siguiente gráfica, que muestra la evolución de los puntajes promedio de Finlandia en lectura, matemáticas y ciencias entre 2012 y 2022, con una disminución acumulada superior a los 34,3 puntos.

 

Fuente: OCDE, Informe de Resultados PISA 2022.

 

Durante años, Finlandia fue tomada como modelo ideal por sus resultados en PISA, su respeto por el rol docente, su baja competitividad escolar y su enfoque en la equidad. Nada de esto ha desaparecido, pero el contexto global, la presión social, el impacto de la pandemia y el cambio demográfico están transformando la educación.

Frente a este contexto, las universidades deben dar un paso adelante y preguntarse ¿cómo sostener sistemas educativos de calidad en medio de un mundo en veloz transformación? La respuesta no está en copiar modelos externos, sino en construir sistemas educativos sólidos, sostenibles y contextualizados a lo que la economía y el país necesite, y que respondan a los desafíos del mundo real y a las expectativas de los estudiantes del ahora y del futuro. 

Teniendo en cuenta la realidad en la que se encuentra el sector educativo, se hace evidente que las instituciones de educación superior deben transformarse. En Colombia, algunas ya lo están haciendo.  Hoy no basta con formar profesionales con conocimientos disciplinarios; es necesario ofrecer herramientas para afrontar problemas complejos, adaptarse al cambio constante, y liderar procesos de innovación entendiendo los territorios y las exigencias de un mundo global.

En este sentido, se plantean tres puntos estratégicos para la transformación universitaria:

  • Incorporar la inteligencia artificial: formar profesionales capaces de usar, cuestionar y crear con inteligencia artificial. Las universidades están llamadas a integrarla de manera crítica, ética y estratégica. Formar profesionales capaces de interactuar con sistemas inteligentes, comprender su lógica y participar activamente en su desarrollo y regulación. Una competencia clave para cualquier disciplina.
  • Promover modelos flexibles de formación es clave para responder a las nuevas dinámicas del aprendizaje. El Decreto 529 de 2024 establece que las instituciones de educación superior podrán ofrecer programas bajo distintas modalidades: presencial, a distancia, virtual, dual, o mediante combinaciones de estas modalidades. Esta flexibilidad permite a las instituciones adaptar su oferta académica a las necesidades de cada programa y a las condiciones de tiempo y espacio de los estudiantes, favoreciendo así el acceso, la inclusión y la equidad territorial. Además, estas modalidades potencian la autonomía del estudiante, optimizan el uso de los recursos institucionales y facilitan la participación de docentes invitados, expertos internacionales y grupos multicampus, enriqueciendo el entorno académico con una mirada global e interdisciplinaria.
  • Actualizar los perfiles de formación es fundamental. Se deben preparar profesionales capaces de enfrentar los desafíos de un entorno cambiante y complejo. Esto exige flexibilizar los currículos, fortalecer el vínculo permanente con el sector productivo, científico y social, e incorporar espacios formativos que desarrollen el pensamiento interdisciplinario, la creatividad, la ética y la ciudadanía global. Las universidades deben formar egresados con la capacidad no solo de ejercer una profesión, sino de adaptarse, innovar y liderar en contextos en constante transformación.

Este análisis evidencia la necesidad de que las universidades fortalezcan su capacidad de adaptación y anticipación frente a los desafíos educativos actuales, asumiendo un rol activo en la construcción de modelos formativos pertinentes, flexibles y alineados con las transformaciones locales y globales. La experiencia de Finlandia, obtenida del informe oficial de los Resultados PISA 2022, ofrece valiosas lecciones y reflexiones para el sector educativo. Y nosotros, ¿cómo nos vemos frente al cambio?


Para consultar el documento completo publicado por la OCDE, puede acceder al informe oficial aquí:

 

Artículo escrito por:

Luisa Fernanda Bobadilla Murcia (Técnica de Planeación)

Investigaciones