Con cada peso que el Estado le quita a los contribuyentes para financiar gastos más allá de los estrictamente necesarios, se empobrece el ciudadano. En Colombia, las empresas, uniones libres entre ciudadanos para generar riqueza y empleos, deben pagar en promedio un 69.7 % de sus ganancias anuales en impuestos según el Banco Mundial, una taza mayor a la de Venezuela (65 %) y superada por pocos países, entre ellos Bolivia, Comoros y Eritrea. Según el Índice de Libertad Económica de los institutos Fraser y Cato, en Latinoamérica sólo Brasil tiene una economía más cerrada al comercio internacional que la colombiana. Los altos aranceles que causan esto son impuestos de facto para los consumidores.

El centro de pensamiento de la UGC asume la urgente tarea de presentar argumentos, cifras y estudios ante la opinión pública para convencerla acerca de los beneficios del libre mercado, de un Estado limitado y de la sensatez tributaria. Nuestro fin es presionar a los legisladores y a otros creadores de políticas públicas para que reduzcan la carga fiscal sobre los ciudadanos y les brinden a los consumidores mayor libertad de elegir productos y servicios bajo condiciones de competencia real.