Obituario

  • Falleció el profesor
    Fernando Navas Talero


    La Universidad rindió homenaje póstumo al profesor Fernando Navas Talero el 28 de julio con la presencia directivos, docentes y estudiantes.

    El Capellán, padre Néstor Torres, celebró una misa por el alma del doctor Fernando Navas Talero en las instalaciones del alma máter. Asistieron profesores, administrativos y la Decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales, Ligia González Chaves, así como los familiares del recordado profesor.

    Los medios de comunicación exaltaron también la memoria de Fernando Navas Talero, como El Espectador y El Nuevo Siglo, diario del cual fue habitual columnista.


    El Espectador recuerda al profesor Fernando Navas Talero

    “Fernando Navas Talero, expersonero de Bogotá, profesor y litigante colombiano, además de ser hermano del político Germán Navas Talero, era conocido por su labor en la defensa de los presos colombianos en España y México y por su trabajo como procurador delegado en derechos humanos.

    El mundo del litigio y del Derecho del país tuvieron una gran pérdida. Fernando Navas Talero falleció, dejando a su paso un legado en la defensa de presos en otros países y sus testimonios y convicciones en las columnas de cada miércoles en el periódico El Nuevo Siglo.

    Conocido por su carácter y sus bigotes blancos, Fernando fue hijo de una trabajadora social y un periodista, nieto del abogado Luis Talero y bisnieto del militar Nicomedes Talero. En su trayectoria se destaca su paso por el Ministerio Público y su cargo como jefe de los fiscales de Colombia desde 1984 hasta 1990.

    Rozando los 80 años, murió legando su ímpetu por la justicia y, según relatan sus amigos y conocidos, su sueño por una Colombia justa, aquella por la que luchó desde muy joven.

    Hecho a pulso. Estudiaba de noche, trabajaba de día. Entre sus anécdotas deja aquella que le sucedió a los 19 años cuando era notificador de tránsito. En aquel entonces un fulano le ofreció plata para reordenar un expediente y que quedara de primero en el listado. Él no quiso y al llegar a su casa le contó a su madre: “me ofrecieron plata por cambiar un expediente y no lo hice”. Ella siempre contaba esa historia en las reuniones familiares.

    Tuvo tesis laureada en la Universidad La Gran Colombia, porque fue el primero que escribió sobre el derecho de la Policía. Entendía la institución como un estamento para prevenir y educar, no para reprimir. Este trabajo lo llevó a personero de Bogotá.

    En esta labor, Fernando también marcó la diferencia. Según cuentan, como personero se bajaba del transporte a regañar a policías de tránsito por abusar de su poder. Un claro ejemplo es que una vez en la autopista El Dorado, un camionero pitó y un policía de tránsito que lo observaba lo regañó y dijo que le diera las cornetas. Sin pensarlo se bajó a defender al camionero.

    Por otro lado, su opinión siempre fue válida en cuanto a la Constitución Política se refiere. De hecho, hace algunos años en la Universidad Libre declaró: “ha perdido en varios puntos su objetivo debido a las reformas que le hicieron, pero continúa vigente hoy en día como un tratado de normas actuales que puede ser susceptible de mejorar conforme el contexto histórico, social, político y cultural, así lo requieran. Mientras haya gente buena y con conciencia social será defendida como un pacto por la paz, la justicia y la equidad en el país”.

    Fernando Navas Talero, ilustre profesor de La Gran Colombia,
    habla de la Constitución del 91, en declaraciones para EL Nuevo Siglo

    EL Nuevo Siglo: La conversación, descrita en el libro ‘Diálogos Constitucionales’, con el maestro Jacobo Pérez Escobar, quien fue el secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, a quien le encargaron copiar los artículos aprobados, después de que en blanco se firmó el 4 de julio el acta de la aprobación de la nueva Constitución, ¿para usted es una charla que ilustra la historia de la Carta Fundamental?

    Fernando Navas Talero: Ciertamente, el maestro Jacobo Pérez Escobar cuenta con gran experiencia en este campo. Muy pocos autores la tienen. Y es por ello que su título de “maestro” es justamente merecido. Fue él asistente del gobierno de Carlos Lleras en la redacción de la enmienda de 1968 y ese mérito, confirmado por el título elocuente que la Universidad Nacional le otorgó y el premio recibido como becario de una especialización en Francia, lo acredita como docente de varias facultades de Derecho desde 1976 y escritor de esta ciencia política con la sencillez y talento que lo destacan en este campo intelectual y didáctico.

    ENS: La cita que en el prólogo del libro se hace, con respecto a la obra ‘Las Leyes de Platón’, se refiere a una conversación mayéutica sobre la virtud de las leyes, ¿cuál es el fin propuesto en ese diálogo suyo con el maestro Pérez Escobar?

    FNT: En primer lugar, el propósito no es otro que exponer el conocimiento acerca del Derecho Constitucional, en términos absolutamente comprensibles, así como escribe la obra el ateniense pupilo de Sócrates, que resentido por la suerte de la guerra del Peloponeso, confiesa su rechazo a ese gobierno ateniense.

    Entonces, en segundo término, analizar el texto constitucional colombiano, en estas horas del drama nacional, es una imperiosa necesidad por andar el camino hacia la verdad y el acierto. Acuérdese que Platón tuvo a Aristóteles como su pupilo.

    ENS: ¿Cuál es el trayecto de ese diálogo suyo con el maestro Pérez Escobar?

    FNT: El recorrido se hizo en un largo viaje paseando por todos los pasajes de la historia y la evolución del texto constitucional, desde el grito de independencia y la semilla grandiosa que sembró el libertador Simón Bolívar, hasta llegar a los últimos senderos de cabras.

    El texto cubre todo el panorama, empezando por describir los principios fundamentales de la democracia y los derechos de los gobernados y los medios básicos para garantizar su respeto y vigencia inmaculada y, de otra parte, la organización del poder público y los procedimientos políticos para su integración personalizada.

    ENS: Se expone el proceso de reforma que ha tenido la Carta de 1991…

    FNT: Por supuesto que este es un capítulo destacado, pues al tiempo que se describe la evolución desde 1810, se puntualiza lo acontecido en ese campo, desde los primeros años de su vigencia hasta los últimos días; suponiendo, además, lo que a lo mejor va a suceder a partir del 20 de julio del año en curso y el nuevo periodo del Congreso que atenderá la frustración de los proyectos de actos legislativos del pasado periodo, 31 en total, y las iniciativas del mandato del presidente Duque. Hay que tener en cuenta que desde 1991 hasta la fecha se han realizado 45 enmiendas.

    ENS: ¿De las reformas acogidas cuál estima que ha sido acertada?

    FNT: El haber rectificado el sistema acusatorio, quitándole a la Fiscalía la competencia para decretar la captura y la detención de los sindicados, fue acertado, pues no es justo ser juez y parte; ahora, también, el prohibir la reelección equilibró los poderes. Esto, además, hay que conjugarlo con el desarrollo de los derechos de la oposición.

    Todos estos contenidos constitucionales se explican con sencillez, pero científicamente para que los lectores, de cualquier clase, aprendan derechos que el pueblo debe conocer plenamente. Porque el que no conoce su derecho no tiene derecho.

    ENS: ¿Y hay algún pronóstico?

    FNT: Sí, se advierte, pues no cabe duda que el entusiasmo que reina en relación con esta competencia política dará motivos para una reforma, bien a través de una Asamblea Constitucional o un referendo, ¡pero que la habrá la habrá!